El World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) define la movilidad sostenible como la capacidad de satisfacer las necesidades de la sociedad de moverse libremente sin que ello suponga sacrificar valores humanos ecológicos básicos actuales o del futuro.
Según esta definición, movilidad sostenible no consiste únicamente en reducir las emisiones de los vehículos sino que es un concepto más amplio, que busca “proteger a los peatones, ciclistas o personas, dar valor al tiempo empleado en los desplazamientos, internalizar los costes socioeconómicos de cada medio de locomoción o garantizar el acceso universal de todos los ciudadanos a los lugares públicos y equipamientos en transporte público colectivo o en medios no motorizados”.
En Remica, conscientes de la importancia de la movilidad sostenible en las ciudades, hemos querido contribuir introduciendo en nuestra flota corporativa un 65% de vehículos eléctricos. El resto de la flota también se está transformando poco a poco mediante la introducción de vehículos menos contaminantes.
Además, la compañía ha adecuado y optimizado sus rutas con el objetivo de reducir el kilometraje que realizan sus vehículos corporativos; y se han sustituido los antiguos partes en papel por modernas tablets que permiten enviar datos a través de Internet, con lo que se evitan cientos de desplazamientos cuyo fin era la entrega de documentación.
La flota ecológica de Remica fue presentada en 2013, durante la celebración del Salón Profesional de Flotas de Madrid, acto al que asistieron representantes del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid y del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE).
Grandes beneficios
Basándonos en nuestra experiencia, podemos afirmar que, con una buena planificación, los programas de movilidad sostenible de las empresas no solo son beneficiosos para el medio ambiente, sino que también son rentables para las empresas.
En el caso de los vehículos eléctricos de la flota de Remica, el coste anual es un treinta por ciento inferior a los antiguos vehículos de combustión interna y, además, se han logrado evitar 81,6 toneladas anuales de emisiones de dióxido de carbono.
El pasado 2014, nuestra compañía fue distinguida con el premio Muévete Verde que entrega el Ayuntamiento de Madrid en el marco de la Semana Europea de la Movilidad; un galardón que nos otorgaron por “apostar con firmeza el adoptar diversas medidas para hacer más sostenible nuestra área de movilidad”.
Cinco buenas razones para pasarse a la movilidad sostenible
Como empresa dedicada a la sostenibilidad y la eficiencia energética, en Remica esperamos que nuestra experiencia sirva para animar a otras compañías a apostar por la movilidad sostenible de su flota de vehículos. Existen buenas razones para ello, tal y como recoge la Estrategia Española de Movilidad Sostenible:
- Contribuir a reducir el cambio climático. Para que España pueda cumplir con los compromisos adquiridos en el Protocolo de Kioto es fundamental que el país logre reducir las emisiones de gases contaminantes procedentes del transporte. En el año 2006, el peso del sector transporte en el conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) fue de más del 25%, con un crecimiento del 88% desde 1990.
- Reducir la dependencia energética del exterior. Uno de los grandes problemas del transporte en España y, también en la Unión Europea, es su gran dependencia del petróleo. Las cifras hablan por sí mismas: el transporte representa más del 70% del consumo del petróleo en Europa. Por ello se considera ‘clave’ a la hora de afrontar el reto del cambio climático y la reducción de la dependencia del petróleo. Para lograrlo, se están promoviendo medidas de ahorro energético, el aumento de la participación de energías renovables, la mejora energética de los combustibles y la mayor aplicación de nuevos carburantes (biocarburantes, gas natural, hidrógeno).
- Mejorar la calidad del aire y el ruido. Que la calidad del aire de las ciudades sea mala se debe principalmente al aumento de los niveles de tráfico de vehículos motorizados. Además causa otro problema; la “contaminación acústica” generada por el exceso de ruido. Ambas situaciones están asociadas al empeoramiento de la salud de los ciudadanos, ya que a ellas se atribuyen el aumento de la morbi-mortalidad cardiovascular y respiratoria, al malestar psíquico y físico causado por el ruido, por lo que es necesario y urgente mejorar esta situación.
- Seguridad y salud. Como mencionábamos al principio de este artículo, la movilidad sostenible también tiene que ver con mejorar la forma de transporte de personas vulnerables, con movilidad reducida o que utilizan vehículos no motorizados como las bicicletas. Por ello, se pide la implicación de las organizaciones para que apuesten por mejorar la seguridad vial. De ese modo también se contribuirá a reducir los riesgos de accidentes – tanto accidentes propiamente dichos ligados a los ciudadanos en general como los accidentes laborales (en misión e in itinere)- , al tiempo que se aumenta la protección de las personas, de los bienes transportados y de las instalaciones del transporte frente a actuaciones ilícitas.
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