Gracias a nuestra flota de vehículos sostenibles y a una buena planificación logística, tenemos la capacidad de desplazarnos para atender a nuestros clientes, a pesar de las restricciones al tráfico impuestas por el Ayuntamiento de Madrid.
Así se demostró los pasados días 12 y 13 de noviembre, cuando el consistorio, a fin de combatir los altos niveles de contaminación atmosférica registrados en la ciudad, activó el “escenario 2”, que implica restricciones de velocidad en la M-30 y en las vías de acceso a la capital. Además, el viernes 13 se añadió la prohibición de que los no residentes pudieran estacionar en los aparcamientos regulados en superficie (la zona SER azul y verde) de la almendra central.
Sin embargo, los vehículos eléctricos de Remica, por generar “cero emisiones”, sí pudieron acceder a estas zonas restringidas al tráfico. También pudieron circular otros vehículos a motor de nuestra flota, que disponen de la autorización pertinente como vehículos Comerciales e Industriales del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) de Madrid.
De este modo, hemos podido cumplir con nuestros compromisos de atención al cliente en la denominada ‘Almendra Central’ de Madrid y podremos seguir haciéndolo en caso de que se vuelvan a activar las restricciones al tráfico por altos niveles de polución; una situación que, desde el Ayuntamiento de Madrid, no descartan que pueda producirse los próximos días.
¿Por qué preocupa la alta contaminación ambiental en Madrid?
El Real Decreto 102/2011, relativo a la mejora de la calidad del aire, establece cuáles son los umbrales de alerta para tres contaminantes: dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y ozono. El “umbral de alerta” es el nivel a partir del cual una exposición de breve duración supone un riesgo para la salud humana, que afecta al conjunto de la población y que requiere la adopción de medidas inmediatas.
Actualmente, el valor del umbral de alerta para el dióxido de nitrógeno está establecido en 400 µg/m3. Sin embargo, para declarar una alerta atmosférica por este contaminante, según figura en el Real Decreto 102/2011, “el umbral de alerta debe superarse durante tres horas consecutivas en lugares representativos de la calidad del aire, en un área de al menos 100 kilómetros cuadrados o en una zona o aglomeración entera, si esta última superficie es menor”.
Con el fin de proteger la salud de sus ciudadanos, el Ayuntamiento de Madrid dispone de un Sistema de Vigilancia, Predicción e Información de la Calidad del Aire que le permite conocer de forma continua y en tiempo real las concentraciones de contaminantes.
¿Por qué no se preavisa con más tiempo?
Según explica el Ayuntamiento de Madrid a través de su web, “el protocolo se activa cuando la calidad del aire es mala en dos estaciones durante dos horas seguidas. No se puede prever con antelación porque depende de muchos factores que fluctúan”.
Igualmente, tampoco se puede saber con certeza durante cuánto tiempo durarán las restricciones ya que todo depende de cómo evolucione la calidad del aire. “Cada noche se decide si se va a activar al día siguiente según el resultado de las mediciones. Hay datos nuevos cada hora, por lo que se puede activar hasta muy tarde”, explican en la web del Ayuntamiento.
El Ayuntamiento de Madrid informa en tiempo real en Twitter https://twitter.com/madrid , pantallas luminosas y a través de medios de comunicación. También existe un servicio de alertas SMS gratuito. (Más información en la web del Ayuntamiento de Madrid).
El equipo de Remica sigue muy de cerca todas estas comunicaciones para tomar las medidas necesarias que eviten que podamos dejar sin servicio a nuestros clientes.
Sobre la movilidad sostenible en Remica
El tráfico rodado es el causante aproximadamente del 80% de la contaminación atmosférica en los grandes núcleos urbanos. En su compromiso con la reducción de gases contaminantes a la atmósfera, Grupo Remica comenzó en 2013 una iniciativa para convertir la flota corporativa en ecológica mediante el uso de vehículos eléctricos; una medida que se enmarca en el Plan de Eficiencia Energética que la compañía está implantando al amparo de la norma ISO 50.001.
Con ello se pretenden reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera generadas por su flota de vehículos, teniendo en cuenta que en la coyuntura económica actual es necesario conjugar la protección del medio ambiente con la rentabilidad económica que necesariamente deben de obtener las empresas. Esta iniciativa consta de tres objetivos bien diferenciados:
- a) Renovación del 65% de la flota corporativa por vehículos 100% eléctricos.
- b) Renovación del resto de la flota por vehículos menos contaminantes.
- c) Adecuación y optimización de zonas y rutas, con el objetivo de reducir el kilometraje realizado.
Gracias a esta medida, se han reducido los kilómetros realizados en un 15% mediante la optimización de rutas y zonas de trabajo. El coste anual por vehículo sustituido es un 30% inferior al de los vehículos de combustión interna. Además, la reducción de emisiones de CO2 será aproximadamente de 81,6 toneladas/ año.
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