La situación de crisis que vivimos actualmente, ha hecho que el resto de problemas pasen a un segundo plano.

La búsqueda de soluciones o sencillamente llegar a fin de mes, se han convertido en las principales preocupaciones de la mayor parte de los ciudadanos. Por ello, cualquier opción que permita ahorrar sin disminuir nuestro nivel de confort, es bienvenida. Pero si además de ahorrar económicamente estamos cuidando de nuestro planeta, entonces ¿Qué nos detiene?

La eficiencia energética es sin duda una de las mejores opciones a la hora de buscar formas de ahorrar, porque la energía más barata, es aquella que no se consume. Como apuntábamos en anteriores post, hay pequeñas acciones y detalles al alcance de todos, que pueden suponer una notable diferencia en nuestra factura. Pero además, existen otras medidas a las que nos les damos prioridad y que, sin embargo, también supondrían una enorme diferencia en el consumo.

Las empresas de servicios energéticos, no sólo se hacen cargo de implementar las medidas de ahorro y eficiencia energética en sus instalaciones, sino que además, en algunos casos como es el de REMICA, le garantizan los ahorros por contrato.

Pero los beneficios de la eficiencia energética se miden más allá de lo económico, ya que reduciendo el consumo energético, estamos reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero y, por tanto, poniendo nuestro pequeño grano de arena en la lucha contra el cambio climático. Por ello, cuidar de nuestro planeta, aún en tiempos de crisis, no sólo ES POSIBLE, sino además beneficioso.

Pero las ventajas van más allá, puesto que el sector de la eficiencia energética puede ser una importante fuente de creación de empleo, como ha afirmado recientemente Llorens Serrano, secretario confederal de medio ambiente de CCOO “El cambio climático puede dejar de ser un problema para convertirse en una oportunidad, al menos en lo que a creación de empleo se refiere”.