La Comisión Europea está vigilando el desarrollo de la política energética llevada a cabo por España en lo que a renovables se refiere. El objetivo es evaluar si es necesaria una intervención, tal y como lo asegura el comisiario europeo de Energía en una carta enviada a la Asociación Nacional de Productores e Inversores de Energías Renovables (Anpier), que la misma ha distribuido.

Este responsable, Günter Oettinger,  advierte en ella de que «los Estados miembros debería evitar medidas retroactivas» en el mercado de renovables. El mismo añade que la misma recomendación la ha hecho llegar al ministro español de Industria, José Manuel Soria y que «el sector energético español tiene que ser tecnológicamente neutro y no debe crear un trato desfavorable para los proyectos energéticos renovables».

Según el comisario, España se encuentra en una situación fiscal «crítica» y requiere de «pasos urgentes», como la solución al déficit de tarifa del sector energético, que acumula 24.000 millones de euros.

Miguel Ángel Martínez-Aroca, presidente de Anpier, ha asegurado en un comunicado que «el texto de la futura reforma del sector eléctrico es transcendental» porque en él «se decide si nuestro país mira al futuro y se alinea con las políticas europeas, basadas en las renovables».

Pese a las circunstancias en las que nos encontramos, la Comisión Europea considera «muy prematuro» hablar de la apertura de un expediente de infracción contra España por motivos de competencia en el caso de que el Gobierno apruebe una reforma energética desfavorable.

«En el caso de nuevas tecnologías e inversiones que siguen siendo dependientes de las ayudas, tales prácticas socavan la confianza de los inversores del sector», explica Oëttinger en su comunicación.

La Comisión estima una generación de más de tres millones de puestos de trabajo en el periodo desde la actualidad a 2030 con «un crecimiento sólido de las energías renovables», y vaticina que, «en 2050, la mayor parte del suministro energético procederá de las energías renovables».